Partimos del hecho de que existen condiciones objetivas maduras para
la revolución. La madurez del sistema productivo actual y la falta de opción
para el consumo así lo atestiguan. Y no solo condiciones objetivas como las que
hemos mencionado. Existen, igualmente, condiciones subjetivas que apoyan esta
idea. La falta de una dirección coherente y decidida de la clase obrera debe
hacer reflexionar al conjunto del proletariado, reflexión que deberá desembocar
en una regeneración interna que cree las condiciones optimas para la aparición
de una vanguardia capaz de liderar la lucha de clases.
Por otra parte, defendemos la
idea de que la manifestación actual de crisis no es una providencia divina. La
crisis que estamos viviendo y sufriendo no es mas que una manifestación más de
las contradicciones intrínsecas del sistema capitalista que periódicamente se
han venido sucediendo a lo largo de los últimos siglos. No hay reforma posible
del sistema capitalista, superarlo es la salida que a la clase obrera le compete tomar…la
única salida posible.
Asimismo, somos conscientes de
que la masa obrera actual dista mucho de ser la vanguardia proletaria que tome
el control de los medios de producción y avance, de esta manera, hacia una
sociedad socialista. Si algo ha logrado el capital ha sido sustraer del
inconsciente colectivo la conciencia de clase y sustituirlo por un vacío
conformista e inocuo para sus intereses. Es un hecho el que, hoy en día y
exceptuando a la vanguardia, la conciencia del conjunto de la masa obrera va
por detrás de los hechos. Esto hay que subvertirlo. Por ello consideramos
imprescindible la conformación de un Programa de Transición con sus respectivas
consignas transicionales. Un programa para elevar el nivel de conciencia y
recoger las aspiraciones de las masas obreras, partiendo siempre de la
experiencia de las mismas, en el que se establezca un mínimo y un máximo. Desde
el punto de vista revolucionario, se exige partir del cuestionamiento mismo del
sistema hacia el planteamiento, organización y proyección del movimiento obrero
que lleve a la práctica el comunismo.
En este contexto el tema de la Banca suscita gran interés y
contiene alta relevancia de cara a la elaboración de nuestro Programa de
Transición. A lo largo de las ultimas décadas hemos visto desvanecerse la idea
de la incombustibilidad de la banca gracias a la sucesiva desaparición de bancos privados: hemos visto
como el negocio del dinero, valiéndose de los fondos propios y los depositados
por los clientes, ha entrado en barrena llevándose por delante a la sociedad:
hemos podido comprobar como se enriquecían los banqueros al prestar dinero con
un interés elevadísimo a los estados después de haber recibido ese mismo dinero
de una entidad formada por los propios estados como lo es el Banco Central
Europeo….y todo ello sin llegar a ser un sector productivo que genere riqueza
real sino siendo un administrador especulativo de la economía. Por todo ello, nosotros exigimos:
1)
Nacionalización de los bancos y aseguradoras bajo el control y administración
democrática de los trabajadores en un único
Banco. Las decisiones bancarias se deben tomar en interés de la mayoría
de la sociedad. La compensación por los bancos y empresas nacionalizadas sólo
se debe pagar en caso de necesidad comprobada a pequeños inversores. La
nacionalización de los bancos es la única manera de garantizar los depósitos y
ahorros de la gente corriente. No se reconocerá toda deuda pública que implique
enriquecimiento privado.
2)
Control democrático de los bancos. Los consejos de administración deberían
estar formados de la siguiente manera: un tercio elegido por los trabajadores
del banco, un tercio elegido por los sindicatos para representar a los
intereses de la clase obrera en su totalidad y un tercio por el gobierno como
garante del interés de los depositarios.
3)
Implantación de un sistema de rotación en el consejo de administración y la
opción de revocabilidad de los cargos así como la limitación de permanencia en
los mismos
4) Los salarios de todos los ejecutivos deberían
limitarse al salario de un trabajador cualificado Prohibición inmediata de las
bonificaciones desorbitadas así como exigencia de devolución de las mismas. Si los banqueros no
están dispuestos a cumplir unos términos razonables se les sustituirá por licenciados cualificados, muchos de los cuales
buscan empleo y están dispuestos a servir a la sociedad.
5)
Reducción inmediata de los tipos de interés, que deberían limitarse a los
costos indispensables de las operaciones bancarias. Eliminación, por tanto, del
interés lucrativo de los bancos. Disposición de crédito barato para aquellos
que lo necesiten: pequeñas empresas y trabajadores para comprar casas, y no
para los banqueros y capitalistas.
6)
Derecho a una vivienda, paralización inmediata de los remates y desahucios,
reducción general de los alquileres y un programa masivo de construcción de
viviendas sociales baratas y de calidad.
7) Lucha contra el fraude de fiscal mediante un único sistema de contabilidad dependiente del Banco Estatal, implantación de impuestos directos progresivos, IVA en función de la necesidad del producto, nacionalización de empresas, imposición de impuestos ala Iglesia , rigurosidad en la
administración de dinero publico vía subvenciones/ayudas, y persecución jurídico-política
de la corrupción.
7) Lucha contra el fraude de fiscal mediante un único sistema de contabilidad dependiente del Banco Estatal, implantación de impuestos directos progresivos, IVA en función de la necesidad del producto, nacionalización de empresas, imposición de impuestos a
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