domingo, 16 de septiembre de 2012

Manifiesto por la unidad de acción

El próximo 26 de septiembre hay convocada una huelga general en Hego Euskal Herria por la mayoría sindical vasca (ELA, LAB, ESK, CNT, CGT, STEE-EILAS, HIRU y EHNE). El motivo es la protesta por las políticas de recortes que están llevando a cabo el gobierno central y siendo seguidas por los gobiernos autonómicos.
La crisis económica que vivimos actualmente es la causa de dichos recortes. Uno u otro gobernante podría hacer tal o cual reforma de un modo diferente, o de un modo particular, pero si aceptamos el sistema capitalista en la coyuntura actual, el resultado no sería muy diferente. De hecho, los primeros recortes en materia laboral y social vinieron de una mano que no es la de Rajoy, sino la del PSOE.
Se cierran fábricas y se tiene al 25% de la población (más del 50% en el caso particular de los jóvenes) ociosa no porque no haya necesidades, sino porque no es rentable para el empresario producir. Las necesidades humanas están en contradicción con los intereses empresariales. Si queremos un futuro, no ya un futuro en el que vivamos con privilegios ni nada por el estilo sino simplemente un futuro, sólo tenemos una opción; derribar un sistema en el que lo que prima es el enriquecimiento privado sobre lo que pueda pasar a las personas, ¡acabar con el capitalismo! Si aceptamos como legítima la búsqueda incesante del beneficio privado, la producción para el mercado y no para cubrir necesidades humanas, si aceptamos todo eso la propia lógica del sistema capitalista nos lleva a aceptar la necesidad de despidos, recortes y hambre.
Después de la huelga que vivimos el pasado 29 de marzo, la que mayor éxito ha tenido en Euskadi en muchos años, es necesario continuar con las movilizaciones. Lo que cambió respecto a anteriores convocatorias fue que por fin salían todos los sindicatos el mismo día. La valoración positiva es que a los trabajadores esa huelga nos hizo darnos cuenta de nuestra fuerza si actuábamos unidos. Hay que tomar esa jornada como punto de partida de sucesivas movilizaciones, hay que seguir en la misma dirección. Pero tan importante como movilizarse es el por qué movilizarse, veamos las consignas bajo las que se mueven ambos polos sindicales.



UGT y CCOO
El siguiente paso que dieron desde CCOO y UGT fue convocar una cumbre social en la cual participaron cientos de organizaciones. De esta reunión surgió la convocatoria de la marcha a Madrid del día 15 de septiembre. Con esta marcha se pretende instar al Gobierno a que convoque un referéndum sobre los recortes, frente a los recortes piden democracia. El PP no ha cumplido su programa electoral, pero ¿si nos hubiera dicho antes todas las barbaridades que iba a hacer deberíamos aceptarlo?
La democracia no es algo abstracto, es algo concreto, donde hay hambre no hay libertad, la democracia se mide en pan, patatas y carne. Imaginemos un sistema democrático perfecto, tal y como lo plantea el 15M por ejemplo, donde las decisiones realmente sean tomadas por el conjunto de la población y respondan a la voluntad de la mayoría. Si en dicho sistema acordamos establecer el control de precios sobre un producto concreto que consideremos básico, que haya subido mucho y escasee, como podría ser la leche, ¿qué impide al empresario vender la mayor parte de su producción en el mercado extranjero donde espera conseguir mayores beneficios? (o el mercado negro)
El siguiente paso sería, si realmente queremos beber leche, nacionalizar bajo el control de los trabajadores la gran producción agroganadera capitalista. No se puede decidir sobre lo que no se posee, y se necesitan recursos para poner en práctica las decisiones que se toman. La democracia para los trabajadores y el capitalismo son incompatibles, pretender lo contrario es utópico. Para una democracia real es premisa previa una democracia económica.
Si unos pocos poseen la riqueza que produce toda la sociedad, ¿que nos hace pensar que vayan a dejar que la gestionemos en beneficio de todos?


ELA y LAB
Hemos podido ver durante el verano que las alternativas que proponen esos sindicatos están orientadas a reivindicaciones soberanistas, como el marco vasco de relaciones laborales, “Ante los recortes soberanía”, leíamos éste verano en pancartas con la firma de LAB.

No debe haber lugar a las malas interpretaciones, deben ser los vascos quienes decidan si quieren ser franceses, españoles, o simplemente vascos, sin que esto suponga un apoyo o un rechazo a la independencia, derecho a la autodeterminación, derecho a decidir. Pero en este caso, la crisis, la economía o los recortes no son un problema español, son un problema mundial, y, pretender que con la separación del estado español se van a solucionar no es real, que aquí se decidan las políticas podrá cambiar las cosas temporalmente, añadir tal o cual particularidad, pero el resultado final no será muy diferente, pues no es un problema exclusivo español. El problema es el capitalismo, no el español, sino el mundial. Irlanda (que se independizó de Gran Bretaña hace casi 100 años) ha sido rescatada, Grecia y Portugal también, y la todopoderosa Alemania se tambalea, su principal fortaleza es la exportación de productos industriales y los pedidos a la industria alemana han caído casi un 8%.
En el contexto actual, con la experiencia próxima del 29-M, es importante seguir en el camino de huelgas unitarias. Cualquier movimiento distanciándose de la unión es un paso atrás respecto a la anterior movilización. El problema no es vasco, y la solución no puede circunscribirse a Euskal Herria.
¿QUÉ ES UNA HUELGA?
La huelga es un método tradicional de lucha de la clase obrera. Plantea, en la práctica, si el poder en la fábrica es del empresario o de los trabajadores. Cuando el empresario cede es para apaciguar los ánimos, por miedo, no porque se ponga en la piel del trabajador y decida hacer un acto caritativo.
Por eso es importante, una jornada exitosa de huelga, en la que se paraliza por completo todo un país, sirve para hacer consciente a un trabajador de la fortaleza e importancia de su clase. Por contra, una huelga mal planteada, donde no se paralice nada, tiene un efecto desmotivador y desmovilizador sobre los trabajadores.
La huelga general no es un hecho muy corriente en la vida de un trabajador( más bien son hechos excepcionales), los trabajadores no estamos de huelga todos los días como quieren hacernos ver la burguesía (CEOE, PP etc) repitiendo a través de sus medios de comunicación una y otra vez que los trabajadores abusamos de las huelgas, ésta insistencia busca justificar o preparar el terreno para limitar el derecho de huelga.

La huelga para los trabajadores supone un coste económico muy importante, se corta su única fuente de ingresos. Es un enfrentamiento abierto entre los trabajadores que crean la riqueza y los empresarios que la administran, si no se crea riqueza no hay nada que administrar, poniendo sobre la mesa la cuestión de quién manda aquí. En esa situación los empresarios no dudaran en emplear todos sus recursos contra los trabajadores, la represión, despidos, coacciones, desprestigio de los huelguistas mediante la prensa etc. En estos momentos de crisis económica y paro creciente dificultan todavía más la participación en la huelga.
El ataque sin precedentes que el gobierno ha realizado contra los trabajadores merece una respuesta contundente y eficaz, no para negociar migajas, sino para reconquistar lo que otras generaciones de trabajadores consiguieron. Que no nos digan que no hay dinero y no hay más remedio que hacer recortes a los trabajadores, porque no es verdad, precisamente el origen de la crisis está en el exceso de capacidad productiva, en todos los sectores sobran medios, materiales ,técnicos y humanos(más de 5 millones de parados) por lo tanto es posible planificar la economía en beneficio de la mayoría de la sociedad y no sólo en beneficio de unos pocos que acumulan la riqueza.

En esta situación no hay otro camino que la huelga general, pero no una más ,sino para ganarla, para ello proponemos una buena planificación, con los siguientes puntos:

- Convocar en unidad de acción, mediante un frente de izquierdas o un frente único de trabajadores con el fin de centrar todas las fuerzas en los mismos objetivos, a nivel más amplio posible, empezando con una huelga general en todo el estado, hasta llegar a una huelga general a nivel europeo, al menos de los países del sur de Europa (los más afectados por la crisis).

-Preparación mediante asambleas en los centros de trabajo, barrios etc. para explicar, dar participación y que los trabajadores asuman y decidan.

-Objetivos claros, retirada de las reformas, por un gobierno en beneficio de los trabajdores, y finalmente cambiar el sistema.

-Dirección democrática, capaz, consciente, honrada y digna, regeneración de los sindicatos, si algún dirigente no está a la altura de la lucha hay que sustituirlo inmediatamente.

-Determinación para llevar el plan hasta el final, convocatoria de forma progresiva,48 horas , una semana , indefinida , hasta conseguir los objetivos .
Las direcciones de ELA y LAB, las cuales convocan una huelga general en cuanto tienen ocasión, deberían mirar el ejemplo de Grecia. Allí en el espacio de 2 años han tenido 18 huelgas generales, incluida alguna de 48 h, huelgas que han tenido un gran seguimiento. Pero que no han impedido nada ni evitado nada.
¿Y CÓMO DEBERÍA SER?
Como primer paso UGT y CCOO deberían sumarse a la convocatoria de huelga general existente y deberían extenderla a todo el estado, si la huelga la hacen la mitad de los trabajadores no sirve a sus intereses.
Es importante que no haya manifestaciones separadas el mismo día, es ridículo que una salga del mismo sitio que la otra pero media hora más tarde o que una se tenga que parar para que pase la otra. Una manifestación, un día de huelga, debe ser una demostración de fuerza de la clase obrera, mejor juntos que separados. Esto no significa que cada sindicato u organización política no deban ir con su propia pancarta y banderas, juntos sí, pero no revueltos.
Por otro lado, entrar en la rutina de recorte-huelga es muy peligroso por desmovilizador. Si las huelgas no van más allá de la queja, si las únicas alternativas son por un lado el marco vasco de relaciones laborales y por el otro una consulta (referéndum) sobre los recortes, si ninguna de las alternativas ofrece una solución real, cuando se rompan las expectativas en esas soluciones la respuesta de muchos será que no vale la pena luchar.
Es necesario programar un calendario de luchas, donde se plantee seriamente que la solución a la situación actual no pasa por la queja y esperar a la concesión. Eso funcionó en una época en la que el capitalismo iba hacia arriba, había dinero y no tenían problema en hacer alguna pequeña concesión en forma de subidas salariales con tal de mantener la calma. Esa época ahora mismo es el pasado, necesitamos un nuevo sindicalismo adecuado a la nueva época, hay que dejar de mirar a los sindicatos como consultorías o sitios donde conseguir un abogado.
Los medios de comunicación (que son empresas privadas), los políticos,… nos han hecho creer que los sindicatos no valen para nada. Su siguiente objetivo es convencernos de que la lucha tampoco sirve, que de la crisis se sale trabajando, y si es por la cantidad que ellos dicen mejor.
¡Pues no!, todo lo que ahora nos están arrebatando no cayó del cielo, no siempre fue así. La jornada laboral de 8 horas, los servicios públicos,… todo eso se consiguió luchando. Se consiguió organizándose primero en sindicatos, luego en partidos políticos y planteándose la lucha por el todo. Lo que teníamos eran las consecuencias de haber ido a por todas en el pasado.
-En primer lugar, es necesaria la creación de un comité por la unidad de acción en cada ciudad o pueblo que fuerce la unidad sindical desde abajo, recuperando el sindicalismo de base, las asambleas decisorias (y no que venga todo decidido desde arriba),… Pueden y deben participar todos los trabajadores, estén sindicados o no.
-En segundo lugar, creemos que no se trata de convocar una Huelga General de 24 horas siguiendo el modelo de la del 29 de marzo y de las fechas que le siguieron. Creemos que urge convocar un plan de movilizaciones continuado y sostenido que culmine con una Huelga General Indefinida, un plan de movilizaciones que vaya in crescendo hasta echar atrás estas contrarreformas y por un gobierno en beneficio de los trabajadores. Hoy más que nunca son ellos o nosotros.
Los sindicatos
Es verdad que las direcciones sindicales hoy dejan mucho que desear, no sólo no ayudan sino que la mayoría de las veces son un obstáculo. Eso no debe llevarnos al rechazo de la organización sindical, sin organización no hay cambio posible, todos los trabajadores debemos organizarnos para defender nuestros intereses comunes. Son nuestros enemigos precisamente quienes nos quieren desorganizados. A través de los medios de comunicación de los que son dueños atacan todos, en mayor o menor medida, la lucha sindical.
Aunque no nos guste su dinámica actual es necesario participar en los sindicatos, regenerarlos, en el que sea, todos tienen sus puntos fuertes y sus puntos débiles, es necesario recuperar el sindicalismo desde abajo. Los trabajadores vascos, españoles, franceses, griegos,… todos tienen los mismos problemas, no debemos separarnos en líneas nacionales, eso solo viene bien al empresario. Tampoco hay que negar la identidad de cada uno en pos de la unidad.
No sólo es necesario fortalecer los sindicatos, también los partidos políticos de la clase trabajadora. Es necesario entrar en política, los trabajadores debemos entrar, no para ir al parlamento, sino porque es necesario disputarle tanto el poder económico como el político a la burguesía, la clase dominante. Los sindicatos son una herramienta con la que los trabajadores tenemos que disputarles el poder.
¡EL CAMBIO REVOLUCIONARIO NECESITA ORGANIZACIÓN!

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